SEIS

Saco cuentas: hoy tomé 5 colectivos diferentes, no tomé dos veces ninguna de las líneas. También tomé un taxi, con aire acondicionado, me hizo sentir muy porteña y no compartí el gasto. Leí unas páginas de 2 libros, del mismo autor. Me tomé un café y me comí un sándwich. Fumé 3 cigarros. Hice alrededor de 15 minutos de cola, y 15 minutos más los tuve de espera. No me dormí ni una vez, en una ocasión estuve cerca. Una suma de cuantificaciones, pero lo significativo no está ahí. Tuve varios deseos. Neutralicé varias desilusiones. También tuve reflexiones de varios tipos y formas. Pero sólo una me acuerdo. Pensarán que soy una resentida, pero no. Puedo reconocer perfectamente el hecho de que se elija otro camino, opción, forma, manera. Y existe algo que soy capaz de comprender, hasta argumentarlo y justificarlo, pero, no puedo, no, ni quiero reconocerlo: (acá viene ese término tan potente) el olvido. Nunca deberías olvidarte de lo que significó algo, ¿sino de qué otra forma tenés seguridad de que lo último que elegiste / decidiste fue certero?. Convencerte a vos mismo es fácil, pero tener la convicción, no lo es. Nunca exijo explicaciones porque “nadie promete nada”. Mis palabras son éstas. Y ¿qué mejor para un consolarme que mis palabras, de las que tengo una general seguridad; fiel y franca seguridad ?. Pero reconociendo, comprendiendo y aceptando eso, no dejo el disgusto afuera, sino que me retuerzo y me desdigo y refuto y contradigo y... porque en ese lapso estuve orgullosa de mí, primero argumentando y justificando mis palabras (con sustento en el accionar) como acciones totalmente sin egoísmo, y llenas de consideración por vos. Pero en este momento, de lejos, lo justifico con un egocentrismo y egoísmo integral, unos deseos y una búsqueda de perfección tal, que me hicieron actuar de esa forma, sinceramente sensible, afectiva, tierna, para después saber que en realidad no actué mal en ningún momento, y estar tranquila yo (y mi conciencia) y poder reclamar, recriminar y sermonear a diestra y siniestra. Buen dispositivo, no?.

CINCO

¿A quiénes? ¿a quiénes y a cuántos se les está quemando la mente igual que a mi ahora? O a lo mejor ellos se hallen dignos de un poco más de atención. Yo no puedo culparme de nada, y eso todavía es peor. Culparme haría que quizás tenga un motivo, por lo menos una justificación, que sirva de explicación, no?. Y analizo los mil y un consuelos que descubrí, y los mil y un que voy a descubrir, pero obvio que no sirven, ni van a servirme para nada. Necesitaría más agentes externos, los busco, y de a poco los voy usando. No estoy hablando de palabras ni de panoramas ni de paisajes. Y que esto, ahora no me moleste. Ni siquiera señalo localidades o calles o lugares (aunque sólo con 2 alcanzaría). Ni siquiera hablo de itinerarios ni horas. Ni voy a hablar de nuevo de la ansiedad. Un tanto negativa, pero al menos parto de esa premisa, no mentirme a mi misma. Y de eso casi casi siempre me desvío che..

D#4 CUATRO

Pasaron 2 días desde la última vez que circulé por acá, y 13 desde ese instante que la verdad prefiero no acordarme. Pero me acuerdo, y acá está el asunto, la cosa no es olvidar, y el martirio va a estar ahí presente, dos, cuatro o veintiséis veces. Parezco de las que escriben un libro de autoayuda, pero lo escrito, ya está escrito, y prometí no borrarme. Nada. El teléfono está sonando. El aire acondicionado hace que esté con toda la boca seca. Y es bueno que estés al tanto, pocas veces tengo ésta espontaneidad, si es que de algún modo me importás.
Defecto number 1.

Y lo que más me harta, es tener que escapar de algún calificativo. Es fastidioso. Al punto de no brindarme lugar para serte sincera. Largo 3 palabras en anagrama y súper clave oculta: ser olvidada destinada. En fin, es jodido pensar, o aunque sea plantearte la eventualidad de que excepto para tu padre, no fuiste significativa para ninguno. ¡Y no me caigan con esa de que las personas son instantes! Jamás fui constante. (Ésta es mi forma de pedir perdón).
Defecto number 2 .

D#3 TRES

D#3-- Los ojos, pesados. Ver que recomienza la semana a partir de mañana no me harta tanto. Ver que el fin de semana se termina dentro de sólo minutos, sí. Sentir que el tiempo y las horas pasan, y no hice demasiado me jode, pero no por el hecho de que no hice nada... sino que en realidad lo que me mata es la angustia permanente de pensar que en el tiempo que pasa ahora, ya, tengo que hacer algo. Y que no siga pasando.Ésta especie de talento es relativo, como las jornadas de mi vida. Una me conforma. La otra no. La que viene tampoco. Y la que viene tampoco. Y la de después de esa tampoco. Pero más tarde me conformo de nuevo. Así, no pretendo aguantar a tener alguna cosa para decir, la angustia y el apuro es tal, que no puedo darme el lujo de esperar. No busco opiniones, halagos, o críticas. Lo hago por mí, y por ese perfil de irreversible o definitivo que toma todo lo que escribo cuando aprieto Upload.

DOS

No hablo de esos que piden moneditas en los semáforos a los coches detenidos. No hablo de los que piden monedas en la 9 de Julio, pero en verdad no quieren el cambio chico, si no un pretexto para solicitarte muy cordialmente el celular. Vamos al punto. Todos lo saben, durante años existió una inflación constante, un ejemplo preciso: el cono de McDonalds, costaba 0.5peso, y pasó a costar 3, en siete años. O sea, si vos le dabas una monedita a alguien que pedía, le dabas aproximadamente 0.5peso, entonces, si calculás, ahora le tendrías que dar 3pesos, para que la economía de esa sujeto se mantenga equivalente. No obstante, continuás dándole chirolitas, y la economía de ese sujeto ya es menor, a raíz de la inflación, porque nadie afloja un billete sencillamente. A esto le sumás la locura nacional por la escasez de moneditas, y la actual escasez de moneditas, en parte debido a que subieron los transportes públicos, y en parte producto de la paranoia por la escasez, obvio, de las moneditas (esto se llama círculo vicioso de las moneditas). Entonces, la economía, el poder adquisitivo de los 0.5peso, 50centavos se desmoronó un 600%, y la recaudación de moneditas es aún peor. ¿Son concientes que ser limosnero ahora, es menos fructífero que hace unos pares de años? Y che, tampoco necesito que el INDEC me tire alguna cifreli..

UNO

Me cuesta reconocer la pérdida, más ahora que nunca. Fue un lapso, fue ese lapso. Y ahora sí, mas me vale que olvide, perdí en voluntad, y perdí ese "algo" a lo que se me dificulta encontrarle otro calificativo más que "algo". Puedo detallarla y enumerarla con adjetivos elementales: inmaterial, individual, pasajero, admirable, sublime, extático, mortal, letal ¿qué más?. Estoy evadiendo, estoy evadiéndome. Estoy de luto, porque soy conciente de la especialidad, singularidad, particularidad y la propiedad de irrepetible, irreproducible e irreversible de lo que perdí. Imposible salir y buscarlo, sino lo haría. Imposible esforzarme probando de nuevo, porque la singularidad es…… incomparable porque es única, sino lo haría. Nuevamente me encuentro llenando un vaso de agua, y metiéndome en él para ahogarme, concientemente, peor no masoquista. El vaso está agujereado, y por el agujero se filtra el agua, pero yo no me escurro, no paso. El vaso es amplio, el vaso es enorme y yo, mínima ahí dentro. Me quedé apresada. La luz refleja en el cristal. Ninguno me ve, y ninguno me oye. No existe agua. El aire abunda. Pero el encierro me asfixia. Si, en este momento me estoy ahogando en un vaso sucio y vacío.

CERO

Ganas de más que se acaban transformando en ganas del todo. Quiero todo y lo quiero ahora. Miro para afuera. Cerebralmente, me voy afuera. Me quedo, podría hacerlo durante años. Y ahora trato de traer algún recuerdo, para describir comparativamente lo que está pasando el día de hoy. Llamo, no hay respuesta, no quieren venir y yo no tengo palabras para describir la el hoy, y peor, no tengo palabras para inventar otro hoy, y eso me mata. Podría tener un consuelo (no es que sean buenos), pero ni un consuelo tengo. Y eso que me falta hablar de la incomodidad. El estacionamiento, ese sentimiento de no estar yendo, ni viniendo. Ajjj